La competición da comienzo con 25 equipos, los cuales se quedaron en 8 equipos que tras dos rondas previas pasan a la liguilla regular.
A pesar del irregular juego
desarrollado durante toda la temporada (cediendo incluso su abrumador dominio
en el Campeonato de Liga al Juventud de Badalona), el Real Madrid logró
conquistar por tercera vez la
Copa de Europa en la final disputada en su propia pista ante la Simmenthal de Milán.
Sin duda, una parte importante de este éxito se lo debe el equipo a su
vicepresidente, Raimundo Saporta, que solicitó (y consiguió) la celebración de la Fase Final en Madrid
para facilitar la conquista del título continental, única vía de acceso del
equipo blanco a la siguiente edición de la Copa de Europa.
En la ronda previa
El Vorwarts eliminó al Legia
El Lokomotiv Sofia eliminó al Hapoel Tel Aviv
El ASVEL Basket eliminó al AEK
El Olimpija eliminó al Amsterdam
El Praga eliminó al Steaua Bucarest
El Mechelen eliminó al Honved
El Real Madrid eliminó al Heidelberg
El Olimpia Milan eliminó al Pojat
Tras las dos rondas previas 8 equipos jugaron la liga regular. Encuadrados en dos grupos de cuatro equipos de los cuales al final los dos primeros de cada grupo pasarían directamente a las semifinales. El sistema de competición enfrentaba todos contra todos a partido de ida y vuelta y el ganador por puntos se apuntaba una victoria.
GRUPO A
REAL MADRID (3-0)
PRAGA (2-1)
VORWARTS (1-2)
LOKOMOTIV (0-3)
GRUPO B
OLIMPIA MILAN (3-0)
OLIMPIJA (1-2)
MECHELEN (1-2)
ASVEL BASKET (1-2)
Terminada la liga regular se jugó la fase final en formato final four en Madrid. En semifinales el REAL MADRID se enfrentó al OLIMPIJA y OLIMPIA MILAN se enfrentó al PRAGA.
SEMIFINAL
REAL MADRID - OLIMPIJA (88-86)
OLIMPIA MILAN - PRAGA (103-97)
En semifinales, los blancos tuvieron
muchas dificultades para vencer al Olimpija de Ljubljana, dirigido por ese
veterano y siempre joven Daneu. En la otra semifinal, el Slavia de Praga
también puso en apuros al campeón de Italia. En la gran final, Real Madrid y
Simmenthal se presentaban con estados de ánimo bien distintos: los madridistas,
sabedores de que sólo la victoria les garantizaba su presencia la temporada
siguiente en la Copa
de Europa; los italianos, menos tensos quizá por la confianza en sus propias
fuerzas y por saberse favoritos para alzar el título en casi todas las
apuestas.
Desde el pitido inicial, Real
Madrid y Simmenthal se lanzaron a un tremendo duelo de poder a poder,
convencidos de sus propias posibilidades. La poderosa escuadra italiana se vio
sorprendida en los primeros minutos por la velocidad y la iniciativa del equipo
blanco, aunque la igualdad predominó en el marcador durante todo el primer
tiempo. Las fuertes defensas de ambos equipos se tradujeron en un gran número
de faltas personales, y el primer damnificado fue José Ramón Ramos, que a
veinte segundos del descanso fue eliminado tras haber intentado neutralizar
(sin éxito) al escolta norteamericano Steve Chubin.
Tras el descanso, la intensidad
defensiva de la Simmenthal
pasó factura en forma de eliminaciones de Robbins y Masini, lo que debilitó el
juego interior de los milanistas y permitió un ligero despegue del Real Madrid
(70-66, min. 33). Fue entonces cuando se produjo la eliminación de Luyk, que
estaba cuajando un partido soberbio tanto en defensa como en ataque, y esta
circunstancia pareció que podría ser una losa en el juego del Real Madrid. Sin
embargo, en ese momento surgió la figura de Emiliano, que tiró del carro
madridista con su habitual repertorio de canastas y penetraciones. En la Simmenthal , Chubin
seguía con su particular festival anotador, y en medio de una gran igualdad se
entró en los últimos cinco minutos con todo por decidir aún (74-74). En este
tramo final del partido, la inspiración de Emiliano y el empuje del público
hicieron que el Real Madrid cobrara una ventaja de siete puntos (85-78) que, a
tres minutos del final, parecía ya definitiva para el desenlace del encuentro.
Los italianos no se rindieron y se lanzaron a un pressing a toda pista para
intentar recortar diferencias (aun a costa de perder a su mejor hombre, Chubin,
que caía eliminado a falta de un minuto y medio para el final), pero los
blancos supieron jugar con cabeza estos últimos instantes y lograron incluso la
máxima ventaja de todo el partido (90-79) para certificar el triunfo y la
conquista de su tercera Copa de Europa.
En el plano individual, dos
madridistas rayaron a gran altura. Uno de ellos, “la pantera negra” Aiken,
consiguió anular en defensa a Robbins, al tiempo que sus felices penetraciones
bajo la canasta milanista lograban cestas portentosas y cargaban de personales
al mismo Robbins y a Masini. Por su parte, Emiliano fue una vez más el jugador
resolutivo de las grandes ocasiones, y con sus canastas en los últimos minutos
del partido amartilló al vigente campeón europeo.
REAL MADRID 91
*Ramos - 4p, 4r.
*Emiliano - 29p, 3r.
*McIntyre - 14p, 5r.
*Aiken - 23p, 11r.
*Luyk - 17p, 6r.
Sainz - 0p.
Monsalve - 2p, 2r.
Sevillano - 2p.
OLIMPIA MILAN 83
*Pieri - 4p, 1r.
*Chubin - 34p, 2r.
*Vianello - 12p, 4r.
*Robbins - 6p, 5r.
*Masini - 14p, 6r.
Riminucci - 5p.
Ongaro - 2p, 1r.
Iellini - 4p, 2r.
Fantin - 2p.