Esta temporada comienzan 24 equipos donde en la primera fase se
encuadran en tres grupos de ocho equipos. Tras una liguilla de 14
jornadas se clasificarán los cinco primeros de cada grupo y el mejor
sexto equipo para el TOP16.
FASE REGULAR
GRUPO A
TAU CERAMICA (12-2)
DYNAMO MOSCU (10-4)
OLYMPIACOS (10-4)
EFES PILSEN (8-6)
PROKOM TREFL (5-9)
FORTITUDO BOLONIA (5-9)
LE MANS (4-10)
ENERGIE KOLN (2-12)
GRUPO B
PANATHINAIKOS (11-3)
MACCABI (8-6)
JOVENTUT (7-7)
UNICAJA MALAGA (7-7)
VIRTUS ROMA (6-8)
PARTIZAN (6-8)
CIBONA (6-8)
UNION OLIMPIJA (5-9)
GRUPO C
CSKA MOSCU (13-1)
BARCELONA (9-5)
BENETTON (8-6)
PAU ORTHEZ (7-7)
ARIS SALONICA (6-8)
NAPOLES (6-8)
FENERBAHCE ULKER (5-9)
ZALGIRIS KAUNAS (2-12)
Tras
la liga regular viene el TOP 16 que a diferencia de los pasados años
hay algún cambio. Sigue habiendo cuatro grupos de cuatro equipos con
seis jornadas a disputar y se clasifican los dos primeros de cada grupo a
un playoff de cuartos de final a tres partidos previo a la final four.
GRUPO D
TAU CERAMICA (6-0)
MACCABI (4-2)
VIRTUS ROMA (1-5)
PAU ORTHEZ (1-5)
GRUPO E
CSKA MOSCU (6-0)
OLYMPIACOS (3-3)
PARTIZAN (2-4)
JOVENTUT (1-5)
GRUPO F
PANATHINAIKOS (5-1)
BARCELONA (4-2)
EFES PILSEN (2-4)
PROKOM TREFL (1-5)
GRUPO G
UNICAJA MALAGA (4-2)
DYNAMO MOSCU (4-2)
BENETTON (3-3)
ARIS SALONICA (1-5)
Tras el TOP 16 el playoff de cuartos de final nos ofreció los siguientes duelos: TAU CERAMICA contra OLYMPIACOS, CSKA MOSCU contra el MACCABI repitiendo la final del año anterior, PANATHINAIKOS contra el DYNAMO MOSCU y el duelo español UNICAJA MALAGA contra el BARCELONA.
CUARTOS DE FINAL
El TAU Ceramica demuestra un año más que su sitio es estar entre los mejores, el Olympiacos no fue rival para los vascos y estos pasan invictos a la final four con dos victorias de gran nivel.


Quiso la competición que los dos finalistas del año pasado se enfrentasen en este cruce de playoff. El CSKA como el año anterior se mostró muy superior al Maccabi. Los israelitas ganaron en su cancha pero recibió dos pálizas en suelo ruso.


El Panathinaikos tras varios años fuera vuelve a la escena final four, para ello eliminaron con cierta facilidad al Dynamo de Moscu. Un Dynamo al que el ya solo hecho de estar en unos playoff en su primera experiencia Euroleague fue un éxito.


En una vibrante eliminatoría española el Unicaja escribirá sobre esta temporada con letras de oro. Los malagueños se clasificaron a su primera final four de su historia tras vencer al Barcelona por (2-1). El factor cancha fue clave en esta serie.


Tras los playoff la competición llega a la final four que este año se celebra en Atenas. Otra vez dos equipos españoles vuelven a estar entre los cuatro primeros, todo un éxito pero como el año anterior sin muchas esperanzas de ganar a los favoritos. El TAU CERAMICA se enfrenta al PANATHINAIKOS que juega en su país y el UNICAJA MALAGA contra el CSKA MOSCU, vigente campeón.
Los griegos controlaron absolutamente el tempo de partido y el encuentro se jugó justo como quería Obradovic. A pocos puntos y con un juego muy controlado el Panathinaikos fue poco a poco lléndose en el marcador. Un TAU que nunca pudo con la defensa helena ve como su experiencia este año termina en esta semifinal.

PANATHINAIKOS 67
*Diamantidis - 3p, 6r.
*Becirovic - 15p, 1a.
*Siskauskas - 11p, 5r.
*Dikoudis - 7p, 7r.
*Batiste - 15p, 12r.
Hatzivrettas - 3p, 1r.
Vujanic - 8p, 1a.
Alvertis - 5p.
Delk - 0p, 1a.
Tsartsaris - 0p.
Tomasevic - 0p, 2br.
Javtokas - 0p.

TAU CERAMICA 53
*Prigioni - 6p, 5r.
*Rakocevic - 4p, 6r.
*House - 3p, 4r.
*Scola - 6p, 7r.
*Splitter - 7p, 6r.
Erdogan - 11p, 2r.
Peker - 7p, 8r.
Planinic - 7p, 2r.
Vidal - 2p.
Teletovic - 0p.
Como en la otra semifinal el CSKA de Messina instaló el partido a muy pocos puntos y con un baloncesto carente de riesgos. A los andaluces que jugaban su primera final four de la historia, se les notó carente de ideas ante el ferreo control ruso. El campeón podría defender ante el Panathinaikos su condición de campeón.

CSKA MOSCU 62
*Holden - 7p, 3a.
*Torres - 0p, 1r.
*Langdon - 13p, 4r.
*Smodis - 8p, 8r.
*Savrasenko - 7p, 5r.
Papaloukas - 11p, 7r, 5br.
Andersen - 12p, 9r.
Van den Spiegel - 2p, 2r.
Pashutin - 2p, 1r.
Kurbanov - 0p.
Ponkrashov - 0p.

UNICAJA MALAGA 50
*Cabezas - 13p, 3a.
Brown - 8p, 2a.
*Welsch - 2p, 2r.
*Jimenez - 6p, 8r.
*De Miguel - 4p, 3r.
Rodríguez - 7p, 1a.
Sanchez - 1p, 3a.
Faison - 4p, 2r.
Tusek - 3p, 2r.
Pietrus - 2p, 2r.
El Panathinaïkós volvió a subir al Olimpo del baloncesto
europeo gracias a su tercer entorchado en la máxima competición continental,
todos ellos de la mano del serbio Željko Obradović, el entrenador más laureado
del baloncesto europeo, con seis títulos de Euroliga (o antigua Copa de Europa)
logrados con cuatro equipos distintos: Partizan (1992), Joventut (1994), Real
Madrid (1995) y Panathinaïkós (2000, 2002 y en este 2007). El equipo griego se
ha consagrado además en Atenas, su propia casa, pese al derroche de calidad,
juego y deseo del defensor del título, el CSKA de Moscú, que plantó cara hasta
el final, aunque no pudo hacer nada por frenar a un equipo griego
sobresaliente, tocado por las musas, que realizó un encuentro extraordinario,
en particular la línea exterior formada por Diamantidis (MVP de la final),
Chatzivrettas y Bečirovič, que literalmente acribillaron al conjunto moscovita
con una eficacia demoledora. Fue una final maravillosa, intensa e igualada.
Aunque el Panathinaïkós dominó siempre y puso en varias ocasiones contra las
cuerdas a su rival, el CSKA planteó una titánica oposición, remontando en
varias ocasiones y rozando la gesta de arrebatarle la Euroliga al Panathinaïkós
en un enfervorizado Pabellón Olímpico.
Fue un auténtico partidazo en Atenas, en una final larga,
muy larga (2 horas y 18 minutos) e intensa, muy intensa (62 faltas personales),
pero muy bonita e igualada. El resultado final de 93-91 lo dice todo, en una
final europea precedida por dos partidos semifinales de muy baja anotación y
que sacó lo mejor de los dos más grandes de Europa, los dos equipos con mayores
presupuestos y con mejores plantillas. El Panathinaïkós mandó durante todo el
partido, con dos anecdóticas ventajas de un CSKA que, sin embargo, jamás se
rindió y respondió a todos y cada uno de los embates de un rival que en varias
ocasiones se adelantó por una decena de puntos pero que tuvo que sufrir hasta
los últimos instantes, hasta un último minuto en el que dos triples de Langdon
estuvieron a punto de darle una vuelta imposible al partido.
El Panathinaïkós dio una exhibición de recursos, con seis
jugadores en dobles dígitos y un rendimiento perfecto de sus mejores hombres.
Diamantidis, lastrado por las faltas personales, cumplió su rol de estrella y
de MVP con 15 puntos y un solo fallo, además de completas estadísticas en todos
los apartados; pero quienes marcaron realmente las diferencias fueron Ramūnas
Šiškauskas (20 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias) y Dejan Tomašević (16
puntos). Tampoco faltaron a la cita Batiste (12 puntos y canasta decisiva al
final) y secundarios de lujo como Vujanić (12 puntos) y Chatzivrettas (10
puntos). Lo que se vivió en Atenas fue una auténtica “guerra” deportiva: mucha
intensidad, un sinfín de faltas, tánganas y antideportivas, en un partido
espectacular, que contempló el heroico intento de remontada del gran Theo
Papaloukas (23 puntos y 8 asistencias) y compañía, aunque faltos esta vez del
buen rendimiento habitual de Andersen y Holden, irreconocibles en la noche
ateniense.
Tras la escasa anotación lograda en la semifinal frente al
Tau Cerámica, Obradović adelantó que su equipo mejoraría en este aspecto en la
final y que volvería a guarismos parecidos a los conseguidos a lo largo de toda
la temporada. Pese a que el encuentro comenzó bajo la misma pauta de las
semifinales (defensa intensísima y trabajadísimos ataques con poca recompensa
anotadora), los lanzamientos exteriores del Panathinaïkós permitieron a los
griegos adelantarse en los primeros minutos (16-8, min. 8). Sin embargo, los
tiros libres (5/5) y los rebotes ofensivos dieron aire al CSKA en el primer
cuarto, así como la pronta incorporación del griego Thodoris Papaloukas (el jugador
que garantizaba un campeón “local” a la fervorosa grada del OAKA, magnífica de
color y de pasión). El genio de Papaloukas, delicioso jugador de baloncesto, y
la intensidad desbordada del esloveno Matjaž Smodiš salvaron el trago inicial
para los rusos (18-17).
Pero el segundo cuarto se tiñó de un solo color, el del
trébol verde del PAO. El CSKA sufrió un auténtico calvario hasta el descanso.
Los hombres de Obradović sólo fallaron nueve tiros de campo en el primer tiempo
(11/15 de dos y 4/7 en triples) y anotaron cada uno de los lanzamientos de
personal que intentaron (12/12). Triple a triple, el cuadro de Obradović iba
desgastando la intensa defensa de un CSKA incapaz de encontrar el arma adecuada
para frenar el acierto de Chatzivrettas o la polivalencia de un Diamantidis
empeñado en celebrar su cumpleaños con un título. Por otro lado, en el segundo
cuarto el Panathinaïkós cerró mejor su rebote defensivo, y de esta forma empezó
a colocar una pesada losa en los hombros de los jugadores del CSKA antes del
descanso. El cuadro ruso echaba de menos la aportación habitual de Langdon
(apenas 2 puntos en este periodo) y Andersen (absolutamente desaparecido en
combate). La frustración comenzó a hacerse patente con el tremendo enfado de
Smodiš, castigado junto a Diamantidis con una doble técnica cuando el marcador
señalaba una nueva máxima (46-34), mitigada sólo ligeramente al intermedio
(46-36).
Pero el conjunto ruso ha demostrado con creces de lo que es
capaz en mil y una ocasiones. Le sobró con cuatro minutos y el magisterio de un
Papaloukas en su salsa para dar la vuelta a una situación que habría resultado
letal para muchos otros equipos. En un abrir y cerrar de ojos, el dominio en el
juego interior de Smodiš y el resurgir de Langdon se tradujeron en un parcial
de 1-11 (47-47) ante la confusión de un Panathinaïkós que veía cómo sus
magníficos porcentajes de tiro al descanso empeoraban paulatinamente. Acto
seguido, Papaloukas supo hasta forzar la falta antideportiva —señalada a
Bečirovič— que permitió al bloque moscovita voltear el signo del tanteador y
regresar a la pelea por el título con todo el partido aún por delante (50-51, m .24). La Euroliga empezó a jugarse
de nuevo a partir de ese momento. La final adquirió una tensión impresionante
en cada posesión, en cada pase y en cada rebote. Dos equipos con méritos muy
parecidos para alzarse con la corona continental buscaban la forma de decantar
una balanza equilibrada al máximo, y Papaloukas se alzaba como el jugador más
determinante, pleno de talento e inteligencia en la pista. El base heleno del
CSKA, en auténtico estado de gracia, llevó el peso de su equipo ante un rival
que desplegaba lo mejor de su repertorio baloncestístico (que es mucho) y que
volvió a escaparse en el marcador al final del tercer cuarto (65-57) gracias al
buen control de juego de Diamantidis.
En el último periodo, la cuarta falta personal de Smodiš
(min. 32) y una canasta del pívot serbio Dejan Tomašević en la siguiente
posesión apretaron la soga alrededor del cuello moscovita (69-60). Pero
Papaloukas seguía empeñado en conseguir la victoria para su equipo, y gracias a
penetraciones y canastas imposibles mantuvo la esperanza del CSKA hasta los
úlitmos minutos (73-69 a
falta de 5’45’’). El Panathinaïkós comenzó a administrar su ventaja y, mediante
tiros libres en faltas forzadas, se mantuvo por delante en el marcador. Todo
parecía decidido con dos canastas consecutivas de un Batiste recién salido del
banquillo y un “2+1”
de Tomašević: 83-73 a
3’40’’ del final. Pero al CSKA todavía le quedaba una última bala, un último
intento, y con un triple de un enrabietado Smodiš el sueño volvía a no ser
imposible: 83-78 a
3 minutos del final. Ni siquiera un extraordinario “2+1” de Šiškauskas a 1’32’’ pudo
tumbar definitivamente al gigante ruso: dos triples seguidos del estadounidense
Trajan Langdon apretaron el marcador hasta un 87-85 a falta de 51 segundos para
el final. Un reverso de Batiste dio un poco de margen al Panathinaïkós (89-85),
y en la siguiente posesión Smodiš erró uno de sus dos tiros libres (89-86 a falta de 21,5 segundos).
La suerte ya estaba echada a favor de un Panathinaïkós que, pese al enorme
arsenal de recursos ofensivos y defensivos desplegados, tuvo que sufrir hasta
el último segundo debido al incansable espíritu del CSKA.

PANATHINAIKOS 93
*Diamantidis - 15p, 3a, 2br.
*Becirovic - 6p, 1a.
*Siskauskas - 20p, 5a, 4r.
*Dikoudis - 2p, 3r.
*Batiste - 12p, 5r, 1a.
Tomasevic - 16p, 3r.
Vujanic - 12p.
Hatzivrettas - 10p, 4r, 1a.
Alvertis - 0p.
Tsartsaris - 0p.
Delk - 0p.

CSKA MOSCU 91
*Holden - 11p, 1r.
*Langdon - 16p, 1r.
*Torres - 9p, 4r, 2br.
*Smodis - 18p, 3r.
*Savrasenko - 4p, 2r.
Papaloukas - 23p, 8a, 1r.
Andersen - 4p, 6r, 1br.
Van den Spiegel - 6p, 3r, 2t.
Pashutin - 0p.
Ponkrashov - 0p.